viernes, 1 de noviembre de 2013

Sentir que los recuerdos son el presente.

El cielo se empezaba oscurecer y los truenos aparecían. Otro de nuestros silencios incómodos, provocado por nuestro repentino 'te quiero' de ayer. Caminabamos, pareciamos ir sin rumbo, fueramos a donde fueramos, llegabamos tarde. Nos colocamos frente al instituto , otro trueno volvió a sonar, cada vez más fuerte. Iba a haber tormenta, peor que la de mi interior. El timbre ya había sonado pero nadie salía. Entonces comenzó a llover,  las gotas rozaban nuestro cuerpo, en cuestión de segundos cumplieron ese deseo que tenía pendiente. Reaccionamos. Me miró , habló con la mirada, había recordado mi sueño, besarle bajo la lluvia de Madrid. Se acercó, me besó. Por fin sentía el calor de sus labios sobre los mios, deseé que no acabara nunca.
-No sabes lo mucho que he echado de menos poder tenerte a centímetros.
-No sabes lo mucho que llevaba esperando esto.

Y, de pronto, desperté, sin ti.

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